Abrazar a tus hijos tiene muchos beneficios. Darles un abrazo que dure tan solo 20 segundos cada día puede estimular su desarrollo emocional, cognitivo y físico.
Tomarte el tiempo todos los días para darle a tus hijos un cálido abrazo puede brindar muchos beneficios a ti y a tus pequeños. La próxima vez que vayas a agarrar tu teléfono, intenta darle a tu hijo un abrazo que dure al menos 20 segundos. Es una forma pequeña pero poderosa de comenzar a crear una conexión.
Los abrazos pueden ayudar a que el cerebro y el cuerpo de tus hijos se desarrollen sanamente. Los bebés, niños pequeños y niños en edad preescolar necesitan muchos tipos de estimulación sensorial para su desarrollo. El contacto con la piel o el contacto físico, como abrazar, son excelentes maneras de ayudar a tus hijos a desarrollar un cerebro saludable y un cuerpo fuerte. De hecho, los médicos han descubierto que cuando los niños no reciben contacto físico, su crecimiento y desarrollo físico pueden ser más lentos.
Tranquiliza a tus hijos durante un berrinche. Los abrazos no solo son buenos para el desarrollo cerebral y el crecimiento físico de los niños, sino que también apoyan el desarrollo emocional. Los niños todavía están aprendiendo a regular sus emociones, lo que puede provocar arrebatos y berrinches. Al abrazarlos en estos momentos cargados de emociones, puedes calmarlos y demostrarles que estás ahí para apoyarlos en los momentos difíciles. Es importante tener en cuenta que abrazar a tus hijos durante un berrinche no es lo mismo que ceder ante él. En cambio, les ayuda a evitar un choque emocional y reduce los niveles dañinos de estrés.
Los abrazos pueden ayudar a tus hijos a ser más resilientes. Cuando los niños se enfrentan a situaciones estresantes, las hormonas del estrés, adrenalina y cortisol, se liberan en sus cuerpos y cerebros. Este estrés puede persistir si no se maneja. Cuando demasiadas de estas hormonas del estrés se acumulan en sus cuerpos, pueden afectar negativamente su bienestar mental y emocional. La ciencia indica que los abrazos largos pueden liberar la hormona del amor, la oxitocina, que puede ayudar a equilibrar las hormonas del estrés.
Los abrazos promueven la salud y la sanación. La hormona del amor, la oxitocina, da muchos beneficios a tus pequeños. Cuando se libera, como durante los abrazos, puede fortalecer el sistema inmunológico de tus hijos al disminuir la inflamación. Los niños con sistemas inmunológicos fuertes tienen más posibilidades de combatir o reducir el efecto de los virus.
Al dar abrazos todos los días, puedes aumentar tu vínculo con tus hijos. Dar y recibir afecto físico fortalece el vínculo con tus hijos. Puedes ayudar a tus hijos a formar un apego seguro basado en el amor y la confianza.
Ya sea que incorpores abrazos en la rutina matutina de tus hijos, a la hora de acostarse o en cualquier otro momento del día, tus hijos obtendrán beneficios que los apoyarán durante todas sus vidas.
La próxima vez que abraces a tus hijos, cuenta hasta 20; te sorprenderás cuánto duran 20 segundos. Incluso puedes animar a tus hijos pequeños o de preescolar a que cuenten contigo.