Si eres madre o padre primerizo, posiblemente te preguntes si debes esperar a que tu bebé sea más grande y entienda más palabras para empezar a leerle, o que al menos pueda quedarse sentado lo suficiente para escuchar un cuento. La respuesta es simple: ¡nunca es demasiado temprano!
Leerle a tu bebé desde que nace es la mejor manera de ayudar a estimular sus habilidades lingüísticas y su vocabulario de forma temprana, ¡mucho antes incluso de que diga su primera palabra! De hecho, ciertos estudios indican que los niños a quienes sus padres les leen con frecuencia conocen y entienden muchas más palabras a los dos años que aquellos niños a quienes no les han leído habitualmente.
¿Sabías que antes de nacer el bebé puede comenzar a oír tu voz a partir del quinto mes de embarazo? Aunque parezca muy pronto, leerle en voz alta mientras aún está en la panza ayuda a estimular las células cerebrales de tu bebé, contribuyendo a que crezcan más fuertes y se desarrollen por completo.
Después del nacimiento, entre los cambios de pañales y las noches sin dormir, leerle en voz alta a tu recién nacido puede ser una actividad especial y tranquilizadora para disfrutar juntos. ¡La lectura puede despertar incluso alguna de sus primeras reacciones si usas voces y expresiones graciosas!
Desarrolla las habilidades lingüísticas, la capacidad de escucha y la memoria.
Introduce conceptos tales como las historias, las letras, los colores y las formas de una manera divertida.
Promueve el vínculo afectivo y la confianza, en especial porque los bebés se tranquilizan con el sonido y el ritmo de la voz de sus padres.
Los bebés absorben información sobre el mundo que los rodea, despertando así la imaginación.
Inspira el gusto por los libros y el aprendizaje para toda la vida.