Diversos estudios han demostrado que las nalgadas, los golpes o cualquier otro castigo físico son perjudiciales para el niño, tanto en el plano físico como emocional. Aquí encontrarás más información sobre los efectos negativos del castigo físico.
Las investigaciones realizadas a lo largo de décadas han demostrado que el castigo físico (nalgadas, golpes, etc.) no solo resulta inútil para que los niños modifiquen su comportamiento, sino que también provoca en ellos daños inmediatos y efectos a largo plazo. Debido a que la violencia no ayuda a mejorar el comportamiento, los adultos suelen aumentar el nivel de agresión física hacia el niño porque este sigue comportándose de la misma manera. El castigo físico puede hacer que los niños se vuelvan más agresivos y antisociales, y más propensos a padecer enfermedades mentales. Lo que hace es enseñarles que la violencia física es algo normal, impidiéndoles desarrollar destrezas positivas y eficaces para lidiar con las situaciones y las emociones negativas.
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