¿Sabías que el reconocer y responder a las reacciones de tu niño en edad preescolar son cruciales para su desarrollo cerebral? Sigue leyendo para conocer más sobre estas interacciones tan importantes.
Tan pronto como llega al mundo, tu hijo(a) y tú comienzan a relacionarse interactuando el uno con el otro. Aunque parezcan sencillos, estos intercambios no solo son importantes para el desarrollo cerebral del niño en edad preescolar, sino que ayudan también a crear y profundizar el vínculo afectivo entre ambos.
Tu niño(a) probablemente ya haya comenzado a interactuar de distintas maneras: hablándote, pidiéndote que juegues con él/ella y alcanzándote cosas como su juguete o su libro favorito. Estas son oportunidades para que tú respondas de forma significativa, ya sea leyéndole el libro que te ha llevado o haciéndole preguntas sobre algo que haya compartido contigo. Todas estas interacciones simples estimulan la actividad cerebral de tu niño en edad preescolar, ¡e incluso ayudan a disminuir sus reacciones negativas!
Por ejemplo, cada vez que se queja, se cubre la cara o llora por algo, es su manera de decir: “¿Te das cuenta de que estoy molesto? ¿Vas a hacer algo al respecto?”. Es importante que tu respuesta sea empática y le brinde la seguridad de que estás allí para cuidarlo y ayudarlo.
CONSEJO BREVE: ¿Gráfico lúdico con un ejemplo de “servicio” donde haya que hacer clic para que aparezca la “devolución” correspondiente?
Cómo devolver un servicio:
Niño(a): Se levanta la camiseta y señala su ombligo.
Mamá o papá: “Ese es tu ombligo. ¿Tienes hambre o me estás mostrando la pancita?”.
Niño(a): Toma algunas galletas que están sobre la mesa.
Mamá o papá: Pon una galleta en una de tus manos y cuatro en la otra, de modo que tu hijo(a) pueda verlas. Pregúntale: “¿En qué mano tengo más galletas?”.
Niño(a): “¡Vamos afuera!”.
Mamá o papá: “¿Quieres ir a jugar afuera?” o “Aún no es momento de salir a jugar. Terminemos de comer aquí dentro primero”.