Ser el cuidador de un niño pequeño resulta enmomentos dulces, carcajadas y muchos otros sentimientos importantes. Los niños pequeños aún están aprendiendo cómo sentir y manejar las emociones. Pruebe estas estrategias simples para enseñarles formas de tratar sus sentimientos.
Las grandes emociones y los arrebatos son completamente normales para los niños pequeños de 0 a 3 años. Debido a que aún no han dominado la capacidad de comunicar sus emociones de una manera lógica, puede parecer que siempre están al borde de un arrebato. Puedes ayudarlos a comprender estos sentimientos y enseñarles estrategias para comunicar sus emociones. En el proceso, sabrán cómo controlar estos grandes sentimientos.
Enséñele a tu hijo a nombrar sus sentimientos.
Comience con los sentimientos básicos como felicidad, tristeza y enojo. Ayúdelos a identificar esas emociones cuando están sucediendo. Por ejemplo, “¿Estás enojado porque ya no podemos jugar en el parque?” o “¿Estás feliz cuando jugamos juntos?”. Cuanto más identifique sus emociones, más fácil será para que comiencen a comunicar sus emociones. También puedes usar libros y programas de televisión para identificar las emociones que ven en los demás. Pregúntales: "¿Cómo te sientes en este momento?" y habla con ellos para saber por qué se pueden sentir de esa manera. Esto puede ayudar a aumentar la empatía de tu hijo con respecto a cómo también se sienten los demás. Consulte esta lista de sentimientos de la A a la Z para explorar más emociones y enseñarle a tu hijo con el tiempo.
Hable sobre formas saludables de expresar emociones.
Cuando los niños sienten grandes emociones, no siempre tienen las estrategias de afrontamiento para lidiar con esos sentimientos. Esto puede provocar llantos o incluso comportamientos agresivos como golpear. Enseñarles estrategias simples como respirar, estirarse o encontrar un adulto de confianza para ayudarlos les permite controlar sus sentimientos, limitando un arrebato. También puede intentar nombrar los lugares donde sienten las emociones en su cuerpo. Este ejercicio puede ayudar a distraerlos y llevarlos a que estén presente en el momento. Cuanto más modeles estos comportamientos, más rápido comenzará tu niño pequeño a hacerlos por su cuenta. Lea nuestro artículo para conocer formas de ayudar a tu hijo a enfrentar los desafíos y aumentar su capacidad de recuperación.
Concéntrese en los comportamientos positivos y evite las grandes reacciones a los comportamientos negativos.
A muchos niños pequeños les encanta recibir atención positiva de su cuidador, una gran reacción de su parte reforzará lo que hace su niño. Cuando vea que tu hijo tiene un comportamiento positivo, como compartir sus juguetes o hablar sobre sus grandes sentimientos, felicítelo. Dale un abrazo y dígale que hicieron un gran trabajo. Incluso si tienen un berrinche, puedes elogiarlos por comportamientos como calmarse o recuperar el control. A medida que recompenses estos comportamientos positivos, se volverán cada vez más frecuentes.