El ejercicio y el movimiento físico deberían formar parte de la vida cotidiana de tus hijos. Los beneficios de la actividad física son innumerables, tanto para la salud y el desarrollo motor como para el bienestar emocional.
Todos sabemos que los niños están llenos de energía; ¡y así es como deben ser! La actividad física en los bebés, niños pequeños y preescolares es fundamental para su desarrollo físico y mental, ya que promueve el fortalecimiento de los músculos y los huesos, previene la obesidad, aumenta el autoestima y la capacidad de aprendizaje, y ayuda a los niños a manejar mejor el estrés.
¡Así que mantén a tus hijos en movimiento! Procura que hagan al menos un total de 60 minutos de actividad física todos los días.
El ejercicio puede ser muy diferente para cada etapa en la vida de los niños. Para un bebé, será necesario que tú lo animes a aplaudir con las manos o le muevas las piernas como si estuviera andando en bicicleta. Una vez que tus hijos empiezan a caminar, es necesario que tengan espacios seguros para que exploren y corran.
Encontrar el tiempo
Encontrar el tiempo todos los días para que tus hijos hagan actividad física puede parecer difícil. Pero recuerda que los 60 minutos recomendados para cada día no necesariamente tienen que hacerse de una sola vez. Lo que importa es la cantidad total de tiempo en actividad, ¡así que ponte a sumar! Además, la actividad física para los niños menores de 5 años va más allá de correr y saltar. Puede ser algo sencillo:
Ser una familia activa
La actividad física es una buena forma de mantener a toda la familia en movimiento. Cuando los niños reciben el apoyo y estímulo de sus padres, hermanos y abuelos, ganan confianza para correr, saltar, andar en bicicleta y jugar. ¡Si la actividad física es divertida para todos, nadie querrá quedarse afuera!
Formas de estar juntos y activos
Organiza un día familiar para salir al parque, ir a nadar o pasear juntos en bicicleta.
Arma una pista de obstáculos con almohadas, almohadones y mantas para que los niños puedan trepar.
Siembra un huerto y deja que tus hijos te ayuden a regar, sacar las malas hierbas y cosechar vegetales frescos.
Lleva a la familia a caminar por el vecindario después de comer.
Jueguen a algún juego de persecución, a seguir al líder o a “Simón dice que...”.
Si hay un perro de mascota en la familia, pídeles a tus hijos que te ayuden a pasearlo todos los días.
Antes de salir a jugar afuera...
Para los niños mayores de 6 meses, aplícales protector solar unos 30 minutos antes de que salgan y vístelos con un sombrero y lentes de sol. Lleva una sombrilla o una media carpa para las actividades prolongadas al aire libre. Los bebés menores de 6 meses deben permanecer a la sombra en todo momento.
Si van a jugar al aire libre, lleva agua suficiente para mantener hidratados a todos los mayores de 6 meses. Los bebés menores de 6 meses recibirán la hidratación necesaria a través de la leche materna o de fórmula. Para todos los demás, el agua es siempre la mejor bebida para combatir la sed, especialmente después de hacer actividad física.
Prepara con antelación algunas meriendas nutritivas para recuperar energías, como fresas frescas, palitos de queso con bajo contenido graso, frutas secas sin azúcar o un huevo cocido. Los niños pequeños y en edad preescolar necesitan varias meriendas saludables por día, y estas meriendas son nutricionalmente tan importantes como una comida.
Consejo breve: ¡El ejercicio es una excelente forma de promover y practicar las habilidades motoras gruesas!