Descubre distintas maneras de incorporar el desarrollo motor y sensorial en las actividades diarias de tus hijos.
Las familias están más ocupadas que nunca, y es importante buscar la forma de mantenerse activos todos los días. Los niños necesitan por lo menos 60 minutos de actividad física diaria. Pero si eso te resulta difícil, recuerda: no tienen por qué hacerlo de una sola vez. Lo importante es el total de tiempo que hagan actividad en el día, ¡y cada minuto suma!
La actividad física para los niños menores de 5 años va más allá de correr y brincar. Puede ser algo tan simple como lo siguiente:
Para los bebés: Girar de un lado a otro y estar boca abajo con la supervisión de alguien, sobre distintos tipos de superficies, para fortalecer los músculos de los brazos y el cuello.
Para los niños pequeños: Aprender a trepar escaleras, dar giros alrededor de la habitación y atrapar burbujas de agua espumosa.
Para los niños en edad preescolar: Bailar al ritmo de la música, estirarse, jugar al hula hula y saltar la cuerda.
Aquí hay más formas de integrar la actividad física en tu rutina diaria:
Pídeles a tus hijos que te ayuden con tareas del hogar que sean adecuadas para su edad, como barrer el piso con una escoba pequeña o acompañarte a sacar la basura.
Anima a tus hijos a que caminen contigo cuando vas de compras en lugar de llevarlos con un carrito.
Camina más y conduce menos cuando tengas que ir a algún lado, si es posible. Caminar es magnífico para ti y tus hijos, ¡además de ayudarte a ahorrar dinero y gasolina!
Usa las escaleras en lugar de los elevadores o escaladores, siempre que sea posible.
Coloca juguetes apenas fuera del alcance de tu bebé para que se estire y trate de alcanzarlos o gatee hacia ellos.
CONSEJO BREVE: Recuerda siempre que los momentos y las actividades cotidianas de este tipo hacen una gran diferencia en el desarrollo motor y cerebral de tus hijos. Juntos forman un excelente equipo. ¡Sigan haciéndolo de esa manera!