Tu bebé puede empezar a conocer las diferentes texturas y aprender cuáles son sus sentidos. Ayúdalo mediante este sencillo juego sensorial, ¡aquí sabrás cómo hacerlo!
Telas de distintas texturas (sudaderas, toallas, etc.).
Juguetes con diferentes texturas que sean aptos para bebés.
Agua u otra clase de líquidos aptos para bebés.
Sostén a tu bebé o siéntalo/recuéstalo en un lugar seguro. Luego toca suavemente su piel con distintas texturas: en los brazos, las piernas, las manos, los pies y el rostro. Descríbele cómo se siente cada textura antes de aplicársela y mientras se la aplicas. Hazle saber claramente cuando algo es distinto o similar a lo anterior. Por ejemplo, si lo tocas con un paño terso y suave, puedes decirle, “Ooooh. ¿Es suave, verdad? Se siente bien al tocar la piel”. Dale tiempo entre una textura y otra para que tu bebé pueda diferenciarlas.
Cada vez que le muestras una textura nueva, observa su reacción. Por ejemplo, si alguna en particular no le agrada, es posible que adopte distintas maneras de rechazarla, como apartar el rostro o el cuerpo. ¡Pero es muy probable que quiera tomar o moverse hacia aquellas texturas que le gustan!
Esta actividad le ayudará a tu bebé a desarrollar las habilidades motoras, sensoriales, lingüísticas, de vocabulario y socioemocionales.