Jugar trae más que alegría a la vida de su hijo; también les ayuda a desarrollar sus habilidades motoras, o coordinación muscular. Al jugar con su hijo aunque sea por unos minutos cada día, lo está ayudando a desarrollar importantes habilidades motoras mientras construye un vínculo más fuerte con su pequeño.
Hay dos tipos de desarrollo motor: motricidad gruesa y motricidad fina. Las habilidades motoras gruesas implican movimientos relacionados con los músculos grandes, como las piernas, los brazos y el abdomen. Las habilidades motoras finas están conectadas con músculos más pequeños en las muñecas y las manos que se usan en actividades como colorear o abotonarse una chaqueta. Adquirir habilidades motoras gruesas y finas puede aumentar el sentido de confianza en sí mismo e independencia de su hijo. Centrarse en las habilidades motoras también beneficia el desarrollo del cerebro.
Para desafiar las habilidades motoras finas de su hijo, pruebe cualquiera de estas actividades divertidas y apropiadas para su edad con su niño en edad preescolar:
Construye torres con bloques, rollos de papel higiénico, cajas de pañuelos u otros artículos pequeños. La acción de pellizcar, agarrar y colocar desafía a esos pequeños grupos de músculos en las muñecas y las manos.
Juega con plastilina. A los niños en edad preescolar les encanta aplastar la plastilina con sus manitas, lo que les ayuda a desarrollar esos músculos. Incluso puedes hacer tu propia plastilina en casa.
Dibuje formas o patrones simples en una hoja de papel con un marcador grueso y anime a su hijo a trazar esas líneas lo mejor que pueda.
Recorta formas con tijeras para niños. Una vez que su hijo haya terminado de trazar sus formas, pídale que recorte las imágenes con unas tijeras para niños. Puede ser difícil al principio, pero con un poco de práctica, mejorarán cada vez más.
Anime a su hijo a abrocharse y abotonarse la ropa. Los niños en edad preescolar a menudo desean un poco de independencia, y vestirse solos todos los días puede aumentar su confianza en sí mismos y ayudarlos a desarrollar sus habilidades motoras finas.
Pinte con bastoncillos, esponjas, dedos u otros artículos pequeños que requieran pellizcos y agarres.
Debido a que las actividades de motricidad gruesa desafían los músculos más grandes del cuerpo de su hijo, pueden ser un gran ejercicio para su pequeño. Su hijo en edad preescolar puede parecer tener una energía infinita, que puede canalizarse en juegos divertidos que lo ayuden a desarrollar sus habilidades motoras gruesas:
Juega el juego “el suelo es lava”. Si tiene un parque de recreo cerca, desafíe a su hijo a pasar de un extremo al otro del parque sin tocar el suelo. También puedes convertirlo en una actividad de casa. Cada vez que diga "el piso es lava", su hijo tiene cinco segundos para levantar ambos pies del piso. Pueden saltar sobre el sofá, una silla o una almohada en el suelo. Asegúrese de establecer primero las reglas básicas sobre lo que es seguro para pararse o sentarse.
Brinca y salta en el patio o en un parque. Intente crear una carrera de obstáculos con tiza, en la que su hijo tenga que saltar sobre un garabato o mantener el equilibrio en una línea. Incluso puede desafiarlos a copiar lo que está haciendo y practicar saltar sobre un pie, brincar y trotar.
Apague las luces y juegue “tocar con la linterna.” Cuando el rayo de luz de la linterna toca a su hijo, luego él tiene que tocarle a usted con la luz.
Crea tu propio juego de telaraña pegajosa. Dependiendo de lo pegajosa que esté la cinta, su hijo puede arrojar bolas de algodón, bolitas de papel, papel de seda u otros artículos a la telaraña.
Cree una barra de equilibrio de cinta en el piso e intente caminar a lo largo de la cinta o mantener el equilibrio sobre un pie a la vez.
Desarrollar habilidades motoras gruesas puede ser muy divertido para ti y tu pequeño, al mismo tiempo que beneficia su crecimiento físico y cognitivo.