Los masajes para bebés son una excelente forma de profundizar el vínculo afectivo con tu recién nacido, brindándole al mismo tiempo tranquilidad y la posibilidad de conectar con su propio cuerpo. Conoce más al respecto.
Tú y tu bebé.
Desviste a tu bebé y déjale solamente el pañal. Recuéstalo boca arriba sobre una superficie cómoda y limpia. Usa la loción para bebés que más te guste y comienza a masajearlo lentamente con la punta de los dedos, hablándole mientras tanto en un tono de voz suave. A medida que lo “masajeas”, puedes describirle las distintas partes del cuerpo: las piernas, los brazos, la pancita, los pies. También puedes inventar alguna canción divertida mientras sigues con los masajes. Aquí te recomendamos algunas “técnicas de masaje para tu bebé:
En la pancita, realiza un movimiento circular lento con la punta de los dedos, en el sentido de las agujas del reloj.
En la cabeza, mueve tus dedos como dibujando un corazón sobre su rostro.
Para las piernas, sostén ligeramente ambas piernas y dobla las rodillas llevándolas hasta su pecho, luego vuelve a bajarlas.
En los brazos, amásalos con tus dos manos.
Mantén siempre el contacto visual con tu bebé mientras le hablas durante los masajes. Si en algún momento se muestra molesto, pasa a otra parte del cuerpo.
Incorporar los masajes a la rutina nocturna de tu recién nacido es una excelente forma de prepararlo para ir a dormir. Obtén más información sobre cómo establecer rutinas aquí.
Esta actividad le ayudará a tu recién nacido a desarrollar las habilidades motoras, sensoriales y socioemocionales.
