Es hora de dejar a tu niño en la guardería o con la niñera, y ya sabes que tu niño va a llorar y pegarse a ti. Muchos niños sienten miedo cuando su cuidador principal los deja aunque sea por unos momentos. Pero si esa ansiedad por separación se vuelve persistente y comienza a afectar la vida de tu familia, entonces es momento de investigar la causa.
La ansiedad por separación es la angustia que sienten los niños pequeños cuando están separados de su cuidador principal, lo cual muchas veces puede causar llanto, apego o miedo a situaciones y personas desconocidas. La ansiedad por separación es una parte normal del desarrollo infantil y puede alcanzar su punto máximo entre los 9 y 18 meses de edad. Pero cuando se vuelve excesivo y constante, puede considerarse un trastorno de ansiedad por separación (TAS). Algunos factores que podrían provocar TAS incluyen:
Relaciones de apego inconsistentes o interrumpidas con sus cuidadores principales: Si los niños no han formado un vínculo seguro con sus cuidadores, pueden tener dificultades para confiar en que su cuidador regresará, lo cual genera mayor ansiedad y angustia durante las separaciones.
Exposición continua a eventos preocupantes: Cuando los niños están expuestos continuamente a eventos traumáticos como escuchar palabras bruscas, la negligencia o ser testigo de violencia, esto puede generar estrés tóxico. Cuando los niños sufren estrés tóxico, sus sistemas de respuesta al estrés se vuelven hiperactivos, lo cual genera problemas emocionales, de comportamiento y de desarrollo. Estos desafíos pueden afectar la sensación de seguridad del niño y provocar una ansiedad grave por separación.
Falta de consistencia: Cuando las rutinas diarias y el ambiente de un niño son inestables, puede volverse demasiado dependiente de su cuidador principal para tener una sensación de estabilidad y seguridad.
Las necesidades clave no se satisfacen constantemente: Cuando no se satisfacen las necesidades de comodidad y tranquilidad de un niño, pueden desarrollar una ansiedad por separación grave. La ausencia de un adulto confiable y afectuoso durante momentos de angustia puede crear un miedo intenso a estar separado de su cuidador principal.
Es importante mencionar que el TAS puede ser influido por muchos factores, como el temperamento del niño y otros factores externos. Para atender la ansiedad extrema por separación se necesita un enfoque integral que incluye crear un ambiente seguro y predecible, brindar cuidados comprensivos y, si es necesario, buscar ayuda profesional de proveedores de la salud mental con experiencia en trastornos de ansiedad infantil. Haz todo lo posible por reconocer que el TAS muchas veces está fuera del control de los padres. Y recuerda: Siempre hay pasos que puedes tomar para ayudar a tu niño a controlar su ansiedad por separación y salir de ella más fuerte, más sano y más resiliente.
